En su audición de este viernes por AM 970 Radio Universal, el Senador Guillermo Domenech se refirió a la intervención rusa en Ucrania, y dijo:
“La intervención de Rusia en Ucrania es un viejo conflicto que hunde sus raíces en lo más profundo de la historia. Los estudiosos de la geopolítica y la historia de esa región del mundo, señalan que Rusia precisamente tuvo sus orígenes en el actual territorio ucraniano, siendo Kiev, la primera capital de Rusia. Y así hablan de cuatro Rusias. La Rusia de Kiev, la primera de todas, la Rusia de Moscú la segunda, la Rusia de San Petersburgo la tercera, y la cuarta, la Rusia soviética. Quizás hoy habría que actualizar este análisis y señalar que hay una quinta Rusia que de alguna forma se ha incorporado al capitalismo”. Y continuó: Estos pueblos íntimamente vinculados por la historia, la geografía, las costumbres, sus orígenes étnicos, hoy se encuentran enfrentados. Ucrania es un país predominantemente agrícola, que tiene las tierras más fértiles del mundo con las de la Provincia de Buenos Aires. Tierras donde el maíz, el trigo y los cultivos de verano e invierno, producen enormes cosechas sin que durante muchísimo tiempo hubiere siquiera necesidad de fertilizarlos suelos”. Y agregó.
“Los ucranianos constituyen además, territorios de enorme interés por tener también riquezas minerales y particularmente gasíferas”. Y más que nada por su posición, por su ubicación geográfica en el centro de la Europa Oriental, lugar de pasaje obligado del Este al Oeste, y del Oeste al Este. Lamentablemente los grandes intereses que rigen el mundo y que están, no nos olvidemos también, detrás de este conflicto, alentaron a Ucrania a incorporarse al mundo occidental, y generaron en Rusia el temor de perder influencia sobre una zona que para ese país es estratégica”. Y expresó:
“Como tantas veces se ha dicho la historia se repite, y los países débiles como de alguna manera lo es Ucrania, en ese enorme choque de intereses económicos y geopolíticos, resultan en definitiva, las víctimas y las víctimas cruentas, que todos tenemos conciencia hoy día se está formalizando en esa zona del mundo. Por un lado por los deseos de Rusia, y por otro lado las promesas incumplidas de occidente, de apuntalar material y militarmente a Ucrania. El pequeño país confiado en que recibiría apoyo de occidente, hoy clama a través de su presidente Zelenski, por una ayuda que muy probablemente no le llegará”. Y expresó:
“Ese pueblo heroico y sufrido, seguramente tendrá que afrontar el destino cruel de la guerra en solitario. Quizás las palabras más importantes que hemos escuchado respecto a este conflicto, provienen de un compatriota, un futbolista, que en un brevísimo mensaje concluye: solo pido que recen y todo saldrá bien. La gente sencilla, la gente de pueblo, los que no manipulamos el poder, los medios económicos, los que no tenemos influencia sobre aparatos militares al servicio de intereses que no son los sublimes intereses de los de la comunidad humana, solo podemos rezar y pedirle a Dios que, como dice el Señor Carlos de Pena todo salga bien. Y para que todo salga bien es imprescindible que se depongan las armas y que se respeten los derechos de los pueblos a su autodeterminación”. Para finalizar dijo:
“Estos acontecimientos de naturaleza mundial vale la pena analizarlos, para darnos cuenta de que quizás las mayores riquezas sean las tierras fértiles, capaces de producir alimento. Y los cursos de agua impolutos, capaces de suministrarnos agua, vitales elementos para la supervivencia humana. Los pueblos que como el nuestro y el ucraniano disponen de estos bienes, deben cuidarlos y deben cuidarse de los voraces apetitos que circulan por el mundo, y que sin piedad, no vacilan en desatar la violencia y el odio. Como dijo El General Artigas, no esperemos nada sino de nosotros mismos. Cuidemos este Uruguay de paz y libertad en el que vivimos”.