La situación con que se encontró el nuevo directorio del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) es poco menos que caótica, según señala el director en ejercicio de la presidencia interina, Aldo Velázquez. Por otra parte, el representante de Cabildo Abierto manifestó en entrevista con La Mañana que existe voluntad de promover algunos planes como el de ‘familias amigas’.
¿Cuál fue la situación que encontró en el Inau cuando asumió su cargo?
El Inau es una institución enorme. Es el quinto organismo en materia de presupuesto, llegando a casi US$ 400 millones por año. Para que se tenga una noción, es un presupuesto mayor que el del Ministerio de Transporte o el Mides. Tenemos 4.900 funcionarios propios y los convenios tienen 18 mil funcionarios que pertenecen a la órbita privada.
Estos datos sirven para que se tenga una dimensión del instituto y de la gestión de estos recursos en los últimos años que no fue muy buena. En diferentes áreas hemos encontrado dificultad para conseguir información y algunas irregularidades en convenios que ahora estamos investigando.
¿Esas investigaciones principalmente hacia qué apuntan?
El instituto tiene cerca de 900 convenios y estos reciben US$ 200 millones de transferencias anuales. Como un primer paso decidimos realizar controles y no ingresar en el tema de auditorías en profundidad. En este primer paso, nos enfocamos en quienes no rindieron cuentas de lo que hicieron con el dinero transferido. Cuando se firma un convenio, el Inau realiza transferencias, pero la parte que las recibe debe presentar las facturas de lo gastado. Aún no hemos entrado en ver si las facturas que se presentaron son válidas o no. Hay 143 organizaciones que acumulan en sus cuentas más de lo permitido (dos partidas) por $ 333 millones, unos US$ 8 millones.
Por otra parte, hay 14 instituciones que no han rendidos de cuentas en lo que va de 2020 y esto es por varios millones de pesos. Ahora tenemos que empezar a estudiar una a una cada situación y ahí sí aplicaremos un concepto más cercano a una auditoría, para ver los detalles de por qué no se rinden cuentas o si se tomaron medidas en anteriores administraciones frente a estos casos.
Ahora también creamos la unidad de control de convenios para tratar estos temas. No obstante, ya pasamos a la Justicia tres convenios por este tipo de situaciones, porque tenían severas irregularidades.
Podría llamar un poco la atención la cantidad de convenios que tiene el Inau, unos 900. ¿A su criterio es algo excesivo o está dentro de lo normal?
Más de la mitad de esa cantidad son centros Caif que hay en todo el país. Cada uno de estos los gestiona una asociación civil. Pueden parecen bastantes, pero realmente aún no ingresé en el estudio para ver si son muchos o no, ya que cada uno cumple una función y están en todo el territorio nacional.
Lo que buscamos es que, por ejemplo, los centros que tienen las 24 horas a los niños, sean más chicos que los que existían antes. Era los que se denominaban orfanatos, pero no existen aquellos orfanatos de 100 niños. Ahora hay casas con 10 u 11 niños y es por lo que se generan tantos convenios. Desde un punto de vista netamente económico es más caro, pero si miramos la protección de los derechos de los niños y lo que va a ser su desarrollo, es mucho mejor.
¿Cuántos niños están protegidos por el Inau y cómo se dividen?
La cobertura total es de 110 mil niños. Al amparo del Inau de manera directa hay 4.500, de los cuales 2.700 son los que están en los centros de 24 horas, y unos 1.800 están en lo que se denomina “familias de acogimiento”. De estos, unos 1.200 están en “familias extensas”, que son por consanguinidad, por ejemplo, viven con un tío, un abuelo, que se hace cargo del niño y reciben una transferencia económica para ayudar en su mantención.
Por otro lado, están las “familias amigas” que no tienen ningún tipo de relación con el niño, son unas 114, y luego hay otras que son por afinidad (por ejemplo, vecinos o que visitan al niño si estaba internado en un hogar). Nosotros queremos hacer crecer las “familias amigas”, y tenemos un plan de recorridas por todo el país, para fomentarlas. También pensamos realizar campañas publicitarias masivas en el mismo sentido. Como parte de este proyecto, hace unos quince días se designó a una nueva directora del Programa de Acogimiento Familiar.
¿Qué costos tiene en las diferentes modalidades cada niño que hay en el Inau?
En el caso de acogimiento familiar se les transfiere a las familias entre $ 9 mil y 13 mil por mes y por niño. En un hogar de 24 horas, si es por convenio, se invierte por niño entre $ 45 mil y 50 mil, pero si el hogar es administrado directamente por el Inau el costo llega a los $ 80 mil mensuales por niño. Lamentablemente, muchas veces esos montos de dinero no se ven reflejados en la atención del menor.
Otro tema complejo son los niños que muchas veces tienen que ser internados por situaciones psiquiátricas, como ser descompensaciones. Esos niños son internados en Centros de Agudos (clínicas privadas) con un costo de $ 6.000 por día por cada niño. Esto nos da un gasto de $ 180 mil por mes por cada niño, y lo peor es que a muchos niños se les da el alta, pero no salen de esas clínicas, porque no hay lugar en los hogares de 24 horas. En un caso analizado, de 50 niños, 20 ya tienen el alta, pero siguen internados desde hace más de dos meses y hay casos con internaciones de más de un año.
En el Presupuesto que trata el Senado, se decidió que estos niños sean atendidos ahora por ASSE. Otra situación compleja se da con niños que están en el Pereira Rossell. Tenemos 15 bebés que tendrían que estar en hogares del Inau, pero siguen en el Pereira porque no hay lugar para acogerlos.
Según han podido constatar, muchos centros están muy deteriorados en la parte edilicia. ¿Esta nueva administración cómo está manejando el tema?
No fue tarea sencilla armar el listado de lo que son los inmuebles que tiene el Inau y para qué se destinan. En algunos casos existe una desidia. Por ejemplo, hay inmuebles que se alquilan, se dejan de usar, pero se sigue pagando el alquiler. Ya detectamos tres casos de inmuebles alquilados a $ 60 mil por mes, que desde hace un año y medio no se usan y están poco menos que abandonados. Y ahora para entregarlos tenemos que arreglarlos, porque los dejaron en malas condiciones.
Dentro de este panorama, un caso que nos llamó la atención fue el hogar mixto de Colonia que es del Inau. Es una casa normal de dos plantas y se gastaron US$ 800 mil en repararla. Cuando lo visité hace poco me encontré con un lugar totalmente destrozado donde, por ejemplo, cae orín desde el piso de arriba, donde están los baños, a la planta baja y ponen un balde para que esas aguas servidas no caigan al piso. Por este caso, en particular, hemos iniciado una investigación administrativa, por el monto que se invirtió en la reparación y el estado en que está.
Fuente: La Mañana