“Nos enriquece el intercambio libre de ideas sin adoctrinamiento y sin apelar a falsas emociones”

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En la audición de este jueves por AM 770 Radio Oriental, el Diputado Carlos Testa llamó a la reflexión sobre las diferencias de pensamiento entre los uruguayos, y dijo:

“En los últimos tiempos se ha venido acentuando una puja permanente entre dos modelos definidos de país, y que si bien dentro de cada uno coexisten diferentes matices, no hay sin embargo líneas de coincidencia entre ellos, excepto sí, en los objetivos. Y esto es lo paradójico, todos casi sin excepción queremos los mismos resultados en la gestión de un gobierno. Sin embargo el cómo, nos está llevando hacia una polarización por encima de lo razonable”. Y continuó: “En Uruguay coexisten esos dos modelos políticos claramente distintos y con una paridad de fuerzas tal, que casi garantiza su alternancia cada no demasiado tiempo. Las urnas no determinan una solución salomónica, no dicen que deben gobernar los dos modelos partiendo al país por la mitad, sino aquella que por la mayoría aunque sea con un solo voto hacia resultado triunfadora. Esa mitad más uno debe gobernarnos a todos, de lo contrario no habría República, no funcionaría la democracia y se impondría el caos”. Y agregó:

“Para que un gobierno sea juzgado libremente por los electores, éste debe poder desarrollar las políticas y el programa que se comprometió en la campaña. Si lo hace o no, deberá ser por capacidad o incompetencia propia”. Y expresó:

“Analicemos lo que seguro tenemos en común los ciudadanos de nuestro país, los problemas que nos afectan a todos. La preocupación por nuestros hijos, por su educación, por sus oportunidades laborales, la salud, los precios de los productos, el trabajo, la seguridad etc. Esas problemáticas y muchas más, son exactamente las mismas para más del 90% de la población. Debería para casi la totalidad, porque aunque haya una mínima parte que pueda tener solucionada su vida en varios aspectos, siempre estarán preocupados por el tipo de país en el que sus hijos y sus nietos van a vivir. Ahora veamos  lo que no tenemos en común los uruguayos: dirigentes políticos que se empeñan en convencernos de que quien piensa distinto,   no es uruguayo, de que unos son buenos y los otros son poco menos que demonios o tontos en el mejor de los casos”. Y enfatizó:

“Estaría bueno si aceptamos y entendamos quienes se ven beneficiados con esa puja o enfrentamiento. Cuando la gente deja de llevarse con el vecino, o distanciarse con familiares por política, cuando perder una lección o un referéndum hace que miles se sientan enojados, frustrados, y en muchos casos hasta estafados por el triunfador, y buscan la manera de insistir por una vía u otra para cambiar lo resuelto, ¿Estamos respondiendo a la democracia, a la voluntad de la mayoría, o a dirigentes que necesitan a toda costa, crear y alimentar un enemigo para mantener cierta unidad en su respaldo y por tanto proteger sus posiciones de poder?”. Para finalizar dijo:

“Yo sigo creyendo en que tenemos esperanza que nuestra gente, toda la gente está por encima de los que nos pretenden arriar como ganado y por eso estaremos luchando. Por eso la forma es estar y contrarrestar a los que quieran imponer su pensamiento, sin tener en cuenta el enorme valor del punto de vista del otro, de cómo nos enriquece el intercambio libre de ideas, sin adoctrinamiento y sin apelar a falsas emociones. Después de tantos años de polarización sabemos bien que es una tarea titánica y aún así tenemos claro que hay que llevarla adelante, incluso si el resultado del mínimo”.

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