“Las empresas nacionales viven una vida de angustia y de enorme presión tributaria”

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En la audición de este jueves por AM 770 Radio Oriental el Senador Guillermo Domenech se refirió a noticias de unos archivos que serían harían públicos de hechos sucedidos hace 50 años y dijo:

“Siguen distrayendo a los uruguayos que en lugar de mirar hacia el futuro han mirado sostenidamente hacia el pasado. Cierto es que quizás esos archivos develen algunas verdades y también quizás algunos errores del pasado que hay derecho a conocer, pero la insistencia con las que se nos trae a los hechos previos y posteriores al golpe de Estado, a esta altura de los acontecimientos es algo que deberíamos reservar a los interesados en el estudio de la historia y afrontar los desafíos del futuro y los desafíos del hoy que nos permitan tener un futuro”.

 Y continuó: “El país tiene muy serios problemas en una educación que según los resultados de las pruebas internacionales a las que se somete a nuestros educandos, nos ranquea muy mal a nivel continental y mundial, una universidad que sigue formando profesionales en disciplinas que el Uruguay ya no tiene necesidad y que cuando se instala alguna empresa y pide por ejemplo informáticos, los tenemos que importar del extranjero incluso de la India o Pakistán. Hay que modernizar la educación”.

Y agregó: “El Uruguay tiene que afrontar el problema del suministro de agua en la zona metropolitana, cuando lo que hay que hacer son obras, sea Casupá, el Plan Neptuno o el que fuere. Hemos debatido en el Senado estérilmente horas en lugar de abordar los temas del futuro. Días  pasados concurrimos al congreso de la Federación Rural en la ciudad de Durazno, y  escuchamos discursos interesantes como el que hizo el presidente saliente y un joven que habló por la Juventud de la Federación Rural, que hizo mención al muy serio problema del  acceso a la tierra por parte de los jóvenes. Durante los 15 años de gobierno frenteamplista se agudizó porque se le permitió a compañías multinacionales y a fondos de inversiones extranjeros concentrar enormes cantidades de tierra, no solo elevó su precio sino que además concentró en manos de unas pocas empresas, extensiones que pocas veces en la historia del Uruguay tuvieron tan pocos propietarios”.

Y expresó: “Estuvo ausente la industrialización de nuestras materias primas. Somos grandes proveedores de carne, celulosa, granos y lácteos. Sin embargo todos esos productos  se exportan algunos sin ningún agregado de mano de obra, y otros con muy escaso agregado de mano de obra. Un experto en materia forestal dijo que por mes zarpan cuatro o cinco barcos del puerto de Montevideo con madera que es procesada particularmente en China. Lo mismo pasa con la soja, la industria aceitera uruguaya es muy reducida, hay una o dos industrias, quizás una sola de cierta significación. ¿Pero qué sería de nuestro país, si las toneladas de soja que exportáramos, se industrializaran en Uruguay, se le agregara mano de obra nacional, cuánto serían los trabajadores que estarían ocupados en esas actividades si eligiéramos algún sector de la producción de materias primas de nuestro país y le generáramos los incentivos necesarios como para que esas materias primas se transformen en productos manufacturados?

Para finalizar Domenech enfatizó: “Les hemos concedido a los inversionistas extranjeros exoneraciones de todo tipo, pero las empresas nacionales viven una vida de angustia y de enorme presión tributaria. El país tiene que romper con ese círculo vicioso y para ello tiene que buscar algún sector de la producción de materias primas para generar los estímulos que permitan industrializar esas materias con visión de futuro y generar trabajo para los uruguayos. Todo eso nos pone de cara a la necesidad de afrontar los problemas de hoy con visión de futuro y generar trabajo para los uruguayos. Eso es lo que pretendemos que Cabildo Abierto consiga con una lucha tenaz por  correr la cortina del pasado y abrirnos las puertas del futuro”.

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