“En mi país no puede haber un solo preso por odio o por venganza”

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En la audición de esta mañana por AM 770 Radio Oriental, el Diputado Carlos Testa se refirió a la situación de los presos políticos en Uruguay y dijo:

“Hay en nuestro país situaciones que nos convocan de manera urgente desde el día uno, y que van mucho más allá de lo estrictamente político, y que no permitiremos ni por un instante que pasen a segundo plano en nuestras prioridades. Situaciones que nos impiden celebrar cualquier logro de esta banca, mientras permanezcan sin solución. Éstas no requieren de conocimientos profundos ni de largos estudios, pues se trata de lo netamente humanitario. Me refiero a los detenidos en las cáceles de Coraceros y Domingo Arena. No soy jurista ni historiador pero tengo la capacidad de distinguir entre lo justo y aquello que está motivado ideológicamente”. Y continuó: “No conozco personalmente a ninguno de los presos en estos centros de detención, ni defiendo ninguna acción que se haya llevado a cabo, violando los Derechos Humanos, de ninguna de las partes”.

“Hubo víctimas, pero éstas no revertirán su sufrimiento encarcelando a viejos soldados. No cuestiono la justicia, y lo que ésta dictamina se acata sin miramientos. Sí cuestiono las personas encargadas de impartirla y su ausencia de implicancias. ¿Alguien piensa que nuestra sociedad, elige vivir en un bucle sistemático reviviendo el dolor del pasado constantemente? ¿Cuántas generaciones más deben continuar ancladas en historias de terrorismo, verdades a medias y dolor? Fue precisamente lo contrario, lo que el soberano decidió las urnas en 1989 y ratificó ante cualquier duda en 2009”. Y agregó:

“En lo personal nunca me encasillé dentro de alguna corriente ideológica como izquierda o derecha, ni ninguna de las tantas que pueden encontrarse dentro de ese abanico. Simplemente concuerdo con lo que encuentro positivo y justo, venga de donde venga. Por eso me siento con la autoridad suficiente para bregar por la liberación de los presos de Coraceros y Domingo Arena, o al menos su prisión domiciliaria cuanto antes. Porque cuando en 1985 se decretó la amnistía para los presos políticos de la dictadura, yo apoyé esa medida, en el sentido de la pacificación porque consideré que ya era momento de dejar atrás los odios y los rencores”. Y enfatizó:

“Hoy, a treinta y seis años de aquella amnistía, quiero la liberación de los presos políticos de la actualidad. Estoy orgulloso de la democracia en Uruguay, y quiero un país que no sienta como una victoria tener presas a personas añejas. Que tienen como destino morir en la cárcel y que no revisten absolutamente ninguna peligrosidad. Pero además, fueron procesadas por convicción, dichos de terceros o testimonios como el color de ojos. Estamos batallando porque en mi país, no puede haber un solo preso por odio o por venganza, ni por fuera de todo el resto de la sociedad”.

Cabildo Abierto siempre ha respetado la libertad de conciencia de sus legisladores, en todas las instancias, con su total apoyo. Quiero destacar la figura del Senador Guido Manini, que en todo momento ha mantenido un liderazgo muy particular, siempre dispuesto a escuchar, a dialogar. Sin imposiciones, sin lineamientos y en todo momento, con esa libertad que nos hace sentir un absoluto compromiso en cuanto a las decisiones a tomar.

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