“Los adultos somos responsables de la construcción de salud mental que se inicia en la familia”

Facebook
Twitter
WhatsApp
Telegram

En la audición de este jueves por AM 770 Radio Oriental, la Dra Lorena Quintana se refirió a la salud mental y los problemas de salud mental que atraviesan la vida y la familia de muchos uruguayos, y dijo:

“La última definición de salud que a veces parece un poquito inalcanzable, dice que la salud es el completo bienestar biopsicosocial, salud biológica o física, salud mental y salud social o comunitaria, es lo que llamamos salud integral .

Muchas de las consultas de los pacientes están relacionadas a problemas de salud mental, y quizás consultan por síntomas que llamamos orgánicos, dolores de cabeza, contractura, lumbalgia, gastritis o porque se está descontrolando la presión. Pero cuando uno empieza a indagar atrás de estos síntomas hay elementos de ansiedad, miedos, angustia y soledad, hay enojos, pleitos y dolores del alma. Hay desilusiones y duelos que no logran continuar el proceso y llegar a lo que llamamos la resignación. Hay traumas que quedaron de la niñez y que a veces tienen que ver con la relación con nuestros padres y hermanos, o con situaciones difíciles que se han vivido.

Salud Mental son mis pensamientos, mis sentimientos y mis comportamientos. En la construcción y desarrollo de la salud mental de una persona hay una influencia genética y también un estilo de vida, pero sobre todo hay una influencia del ambiente y aquí destacamos el papel primordial que tiene la familia. Esa construcción de la salud mental comienza desde la concepción, porque el embrión recibe señales químicas, a través de la adrenalina y del cortisol que le dicen peligro o le dicen seguridad y tranquilidad. Luego en el nacimiento, para que se genere un desarrollo saludable de la salud mental de la persona  necesita aquerenciarse de lo que es el olorcito, las palabras y los abrazos de su cuidador, que tiene que estar disponible y ser sensible a la señal o a la llamada de necesidad. De esa forma se comienza a generar un vínculo de confianza en la relación entre el bebé y un adulto que en la mayoría de los casos es su mamá o papá, que da protección y que da certeza de cuidado. Le llamamos apego.

Cuando nacemos no estamos totalmente determinados y necesitamos de otros. Por ejemplo venimos al mundo con la potencialidad de hablar, pero para desarrollar el habla necesitamos un tutorial por eso la familia tiene desde el inicio un papel fundamental. Los cuidados, la estimulación y la protección sobre todo en los primeros tres años de vida, son determinantes para la salud mental. La construcción de salud mental se inicia en la familia y los adultos somos responsables de esa construcción.

Aquellos que no que no tuvieron una persona que brindó ese apego seguro, que crecieron sin la seguridad para aspirar a una salud mental, tienen una nueva oportunidad. Hay una esperanza que se llama resiliencia. Y se puede compensar esa situación con otros vínculos, y ahí la familia tiene otra vez el papel tan importante, que a veces juegan otros que no son la mamá o el papá. A veces es una abuela o abuelo, un tío o un hermano mayor, que tienen ese lugar y que le dan la posibilidad de vincularse con alguien que lo haga sentir que lo ama incondicionalmente, y que muestra que es importante para él y que lo va a acompañar. Hay posibilidades para aquellos que no han podido desarrollarse en las mejores condiciones de seguridad y buen trato y esto es muy conmovedor. Hay muchas historias duras y tristes, pero siempre existe la posibilidad de nuevos tutores que nos den confianza, Independencia en alguno de nuestros procesos, y que se conviertan en un vínculo de apoyo. Hay posibilidad de vínculos que nos enseñan lo que es un vínculo seguro. Para esto necesitamos familias fuertes”.

Compartir

Noticias relacionadas